Bienvenidos

Les damos la grata bienvenida a este pequeño (pero necesario) lugar de opinión. El objetivo principal que nos hemos propuesto en “La pelota sí se mancha” es la de mostrar una visión del fútbol pura, sin amiguismos y sin estar contaminados por la presión que genera trabajar en algún medio. Y la opinión nace de esta manera, hombro con hombro, y no alejados en la frialdad de un gigante.En este blog se hablará de fútbol, y de todo lo que lo concierne, ya que no es poco, y sin mucho esfuerzo se pueden atar cabos con cualquier otra ocupación, desde un simple espectáculo hasta asuntos meramente políticos.El fútbol es una religión, Maradona es el Dios, pero hemos quedados paganos, a la deriva, y sin una opinión que represente el decir popular. Por eso los invitamos a todos a que contribuyan con este espacio, para discutir temas que nos preocupan a todos los amantes de este deporte, y que no quieren que se manche más la pelota, porque no sólo se ha manchado con barro, sino que, lamentablemente también se ha manchado de sangre.

lunes, 24 de diciembre de 2007

Un bigote y un amor (Apología de La Volpe)

En un caso digno de análisis psicológico, mi manía de llevarle la contra a la mayoría otra vez ha ganado la pulseada interna. Una vez un amigo me hizo notar mi característica separación de las tradicionales antinomias (no soy ni de River ni de Boca, no soy peronista ni radical, no soy beatle ni rollinga, etc…), lo que me daba la chance de quedar exento de una nueva “disputa nacional”. Pero no. Mi cerebrito no se pudo quedar tranquilo al ver que los mismos periodistas que despotrican acerca de lo resultadista que se ha tornado el fútbol actual emplearon términos como “fracaso estrepitoso” ante el subcampeonato obtenido por Boca en el Apertura 2006. Es cierto que era un campeonato casi ganado, pero esas cuatro palabras en un mundillo como es el del fútbol – imprevisible como pocos – resultan determinantes.
Para Ricardo La Volpe el 13 de diciembre del año pasado fue Devoto (Pagani dixit). Y a partir de allí comenzó un periplo que incluyó un trueque y un comentado paso por Vélez Sarsfield. Etapa que, como la emprendida en el club de la Ribera, no terminó de la mejor manera. El Bigotón llegó al fútbol argentino y, para bien o para mal, ya ha dejado su huella en el poco tiempo que estuvo. Múltiples cuestionamientos, la final perdida con Estudiantes, un gran descontento de ambas hinchadas… Son muchas los aspectos que me imposibilitan defender al Richard. Sin embargo lo voy a hacer. No se por que, pero lo voy a hacer.
No considero que – como más de uno ha querido vender – La Volpe sea el gran sabio, el DT que llega desde tierras aztecas a enseñarnos como se juega ahora en el mundo; asimismo, tampoco creo conveniente que se lo tilde de burro y de que no sabe absolutamente nada de fútbol. Para mí la diferencia radical se encuentra en que hay dos personalidades en una en el ahora desocupado técnico: una mediática, realmente aborrecible y llena de soberbia y pedantería, que es la que más se sobresalta; y por otro lado, la otra faceta. Quizás la más importante. Cuando habla de fútbol. Será por su gran capacidad de discurso, pero cuando habla te dan ganas de escucharlo. Con referentes tan variados como incompatibles (Bielsa, Menotti, Arrigo Sacchi, Louis Van Gaal, etc), La Volpe llegó al país con la intención de revolucionar al fútbol autóctono. Sólo de esa manera se pueden entender los constantes inventos que promovió tanto en Boca como en Vélez. La mayor parte de estos no rindieron sus frutos, es cierto, pero la sola vocación de intentar un cambio en un ambiente en el que “todo pasa” y no pasa nada, ya requiere de mis respetos. Un tipo que se puso a explicarle a Gago la diferencia en el funcionamiento de un equipo con un cinco como Matthaeus u otro como Batista no es habitual en nuestro país. De sólo imaginarme la cara del ese entonces cinco bostero ante tal explicación me da un ataque de risa.
Claro, ¿como puede ser que un tipo venga a hablarnos de fútbol a nosotros? ¿Un tipo que dirigió a equipos en el país de Chespirito se cree que puede venir acá, adonde hay millones de técnicos, y ponerse a hablar de disciplina táctica, triangulaciones y demás? ¡Encima predica que no se puede seguir jugando con enganche! Sacrilegio total. Un tipo que habla de la manutención de los códigos de la vieja usanza tampoco podría ser bien recibido. Un tipo que puede llegar a afirmar “El precepto N° 1 es jugar al fútbol. No me gusta ganar por un corner o un tiro libre. Los trabajo, pero me gusta ganar un partido por jugar mejor que mi rival, porque tuve la pelota, porque tuve más opciones” no va con este mundo, si ahora las jugadas de pelota parada son el arma predilecta para ganar un partido…
Uy. Como diría Mafalda: ¡la pucha! En un ambiente tan cargado de vedettismo, de cifras estrambóticas por mercancías, digo, por jugadores y demás, yo me pongo a hablar de fútbol… Y todo por este tipo. Un tal Ricardo La Volpe.

PD1: Disculpen por la ironía del final. Cuando quiero soy muy irónico.
PD2: Espero los insultos de los hinchas de Boca. No se repriman, por lo menos con mi colega Mauri vamos a tener la satisfacción de que alguien entra y lee nuestros divagues…


Mariano Hernán Potel

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Los verdaderos 10 mandamientos Por Maurice Jalfon


& Lo colores de tu cuna y de tu tumba serán los mismoss

& Santificarás los mundiales

& No desearás al jugador de tu prójimo

& Irás a rezar al estadio, al menos una vez por semana

& No pronunciarás el nombre de Maradona en vano

& Honrarás a tu pelota y a tu camiseta

& No meterás goles en contra

& No tomarás del bidón de Branco

& Tu única santidad será el gol

& Amarás al fútbol por sobre todas las cosas